viernes, 17 de octubre de 2008

¡Deseo ser basquetbolista!

El juego de luces y el grito de los espectadores despertaban eufóricas emociones dentro de ese gran coliseo, el rápido y fino paso del tiempo no dudo en cederle el pase al anunciador quien, con energética voz, advirtió el inicio del evento. Un partido de Basquetbol. Su rostro en suspenso fue la antesala al gran silencio de toda la sala expectante al ruido de la bocina que anunciaría el inicio del encuentro. En ese instante el partido inició gozando de algo que, curiosamente, ahora lo practica a diario.

Un talento particular. Las medidas profesionales para el deporte exigen, para un mayor movimiento estratégico en el juego, una estatura mayor a la mediana pues el basquetbol es uno de los pocos deportes en los que la estatura es determinante, porque los rebotes, la defensa y la capacidad para llegar a la bomba rival, tiene como base el tamaño de los jugadores (http://es.wikipedia.org/wiki/Baloncesto). Pero ese no es impedimento para ella. Liccia Reyna Núñez, es una adolescente de quince años de los cuales cinco le ha dedicado un entrenamiento exhaustivo para básquet, su pasión.

Su actitud se vio discutida a sus doce años pues sus deseos de participar en una academia de baloncesto eran incuestionables; sin embargo, sus padres rechazaban su deseo tratando de reemplazarlo por cursos de inglés. Se canso de esperar. Por ello, un día ella despertó un carácter rígido y definido al enfrentar a sus tutores en busca de demostrarles porque desea ser una basquetbolista. Ellos les dieron una sola oportunidad.

Y es así como una tarde de verano, llena de calor, sus padres en posición de jueces calificadores fueron a verla a un partido común de barrio donde las reglas del juego tratan de respetarse pero, más que todo, la diversión es el motivo principal que los vuelve jugadores. La muestra de su talento fue envidiable, a pesar de que su equipo femenino guardaba una altura baja, ante otro masculino donde el tamaño se desnivelaba entre alto y mediano, ellas ganaron gracias a los pases, la defensa mixta y el gran trabajo en equipo.

BUSCANDO UN JUEGO EXPERTO

Han pasado tres años desde ese día. El básquetbol es un deporte de equipo que se juega en pista cubierta. Cada equipo de cinco jugadores intenta anotar puntos encestando en los aros correspondientes a ambos lados de la cancha. La imperactiva Liccia ahora lo sabe muy bien desde que se inscribió en el Coliseo Eduardo Divós del distrito de Surquillo y sede usual de los partidos de la selección de voley y la Selección de Basket (http://www.tuentrada.com.pe/popup_info.asp?showplace_code=1).

Ella vive en el distrito de Pro, Los Olivos, donde usualmente solo hay una cancha oficial para practicar baloncesto y curiosamente queda a pocas cuadras de su casa. Su a veces temperamental forma de ser, cuando recuerda, se logra confundir pues no le gustan que le fastidien en ese momento. El grito de los espectadores se reproduce como un coro en su mente cuando recuerda aquel encuentro que asistió de pequeña, donde los jugadores le sorprendieron con sus increíbles destrezas, la tensión del público, lo que un día ella podría ser si continua reforzando su talento sin olvidarse nunca que siempre perseguirá ese sueño. Hasta que exista.

FOTOS:

Plaza de Pro... cerca a la cancha de basquet